Hola amigos, después de tanto tiempo me encuentro retomando esta actividad y brindándole la atención que se merece.
Hace ya mucho que no actualizo este pobre blogcito que me acompaño en los comienzos de mi actividad como artesana, bienvenidos entonces de nuevo y preparémonos para nuevos caminos!
nuevas fotos...
mejor definición, viejos trabajos.Recuerden que enseñamos la técnica!
miércoles, 20 de marzo de 2013
miércoles, 4 de marzo de 2009
El encaje de bolillos y el movimiento SLOW
Mucho se ha hablado acerca del "Elogio de la lentitud", del movimiento Slow. Lejos está en ser una postura que propicia la lentitud por la lentitud misma. Es una postura ente la vida, una filosofía de la misma.
Como alguna vez se ha dicho, no hay mayor dificultad en ver, que ver lo obvio y este movimiento propugna solamente obviedades: disfrutar de la vida, apreciar con total claridad y el detalle necesario cada una de las etapas que la conforman, cada uno de los hechos que la enriquecen aún aquellos que no nos sean agradables. Tan sencillo como eso, ni tan olvidado en la situación actual.
Si hay alguna actividad lenta dentro de la textilería es la que presentamos aquí, pero para recordar sus beneficios hemos de transcribir algunos párrafos de "Elogio de la lentitud" del periodista canadiense Carl Honoré, casi un portavoz oficial del movimiento:
Esa sensación de que nos falta algo en la vida explica el anhelo global de lentitud. Sin embargo, que ese "algo" sea más profundo que una mejor calidad de vida sigue estando por ver. Muchas personas descubren que ir más despacio tiene una dimensión espiritual, pero muchas otras no lo creen así. El movimiento slow es lo bastante amplio para acomodar ambas posturas. En cualquier caso, es posible que la brecha entre las dos no sea tan ancha como parece. El gran beneficio de ir más lento es que proporciona el tiempo necesario para establecer unas relaciones significativas, con el prójimo, con la cultura, con el trabajo, con la naturaleza, con nuestro cuerpo y con nuestra mente. Algunos llaman a eso vivir mejor. Otros dirían que es un bien espiritual.
respecto de las labores manuales dicta:
Mientras que los bienes manufacturados puede ser modernos, funcionales, duraderos, bellos e incluso inspiradores, el mismo hecho de que estén producidos en masa los hace desechables. En cambio, un objeto hecho a mano, como un chal de punto, por su carácter único, sus caprichos e imperfecciones, lleva la huella de su creador. Percibimos el tiempo y la meticulosidad que ha dedicado a su obra y, en consecuencia, sentimos hacia ésta un mayor vínculo afectivo.
Hacer punto es una actividad lenta por naturaleza. No es posible pulsar un botón, dar vueltas un mando o mover un interruptor para hacer punto con mayor rapidez. El auténtico gozo de hacer punto reside en el acto de hacerlo, más que en llegar al final de la tarea. Los estudios han demostrado que la danza rítmica y repetitiva de las agujas puede reducir tanto el ritmo de los latidos cardíacos como la tensión arterial, y sosiega a la persona que las maneja hasta el extremo de que la hace entrar en un estado apacible y casi meditativo.
Es tan lenta que vemos la belleza de cada minúsculo acto que interviene en al confección de un suéter, tan lenta que sabemos que el proyecto no terminará hoy, sino que puede requerir meses. Eso nos permite reconciliarnos con la naturaleza irresuelta de la vida. Mientras hacemos punto, vivimos más despacio.
Como alguna vez se ha dicho, no hay mayor dificultad en ver, que ver lo obvio y este movimiento propugna solamente obviedades: disfrutar de la vida, apreciar con total claridad y el detalle necesario cada una de las etapas que la conforman, cada uno de los hechos que la enriquecen aún aquellos que no nos sean agradables. Tan sencillo como eso, ni tan olvidado en la situación actual.
Si hay alguna actividad lenta dentro de la textilería es la que presentamos aquí, pero para recordar sus beneficios hemos de transcribir algunos párrafos de "Elogio de la lentitud" del periodista canadiense Carl Honoré, casi un portavoz oficial del movimiento:
Esa sensación de que nos falta algo en la vida explica el anhelo global de lentitud. Sin embargo, que ese "algo" sea más profundo que una mejor calidad de vida sigue estando por ver. Muchas personas descubren que ir más despacio tiene una dimensión espiritual, pero muchas otras no lo creen así. El movimiento slow es lo bastante amplio para acomodar ambas posturas. En cualquier caso, es posible que la brecha entre las dos no sea tan ancha como parece. El gran beneficio de ir más lento es que proporciona el tiempo necesario para establecer unas relaciones significativas, con el prójimo, con la cultura, con el trabajo, con la naturaleza, con nuestro cuerpo y con nuestra mente. Algunos llaman a eso vivir mejor. Otros dirían que es un bien espiritual.
respecto de las labores manuales dicta:
Mientras que los bienes manufacturados puede ser modernos, funcionales, duraderos, bellos e incluso inspiradores, el mismo hecho de que estén producidos en masa los hace desechables. En cambio, un objeto hecho a mano, como un chal de punto, por su carácter único, sus caprichos e imperfecciones, lleva la huella de su creador. Percibimos el tiempo y la meticulosidad que ha dedicado a su obra y, en consecuencia, sentimos hacia ésta un mayor vínculo afectivo.
Hacer punto es una actividad lenta por naturaleza. No es posible pulsar un botón, dar vueltas un mando o mover un interruptor para hacer punto con mayor rapidez. El auténtico gozo de hacer punto reside en el acto de hacerlo, más que en llegar al final de la tarea. Los estudios han demostrado que la danza rítmica y repetitiva de las agujas puede reducir tanto el ritmo de los latidos cardíacos como la tensión arterial, y sosiega a la persona que las maneja hasta el extremo de que la hace entrar en un estado apacible y casi meditativo.
Es tan lenta que vemos la belleza de cada minúsculo acto que interviene en al confección de un suéter, tan lenta que sabemos que el proyecto no terminará hoy, sino que puede requerir meses. Eso nos permite reconciliarnos con la naturaleza irresuelta de la vida. Mientras hacemos punto, vivimos más despacio.
sábado, 14 de febrero de 2009
PROGRAMA DE ENSEÑANZA DE ENCAJES
Se trabaja en turnos semanales en mercerías especializadas. Se cobra un arancel mensual a cambio del cual se incia un programa de enseñanza de textiles artesanales de diseño europeo. Así, es en realidad la institución o el comercio quien regula el cargo del servicio con el cliente, y quien maneja el stock de recursos y materiales requeridos por la práctica. SI UD PERTENECE A UN COMERCIO O INSTITUCIÓN CONSULTE POR ESTE SERVICIO
viernes, 13 de febrero de 2009
El encaje de bolillos
El encaje de bolillos es una antigua técnica artesanal cuyas noticias documentadas se remontan a la alta Edad Media –alrededor del siglo XII- y que aún continúa en vigencia, aunque como muestra de exquisitez y delicadeza y especialmente dedicado a las piezas de excepción, que merezcan destacarse por destinarse a ocasiones especiales o que brinden muestra de un diseño harto particular.
Este diseño de encaje se realiza atravesando artísticamente una hebra doble que oficia de guía a través de un entramado de hilos de los que penden carretes torneados en madera, que simultáneamente ofician de pesos y que se llaman bolillos. Desde el año 2000 nos dedicamos a la realización de encajes por encargo, éstos varían en complejidad, anchuras y texturas en cuanto a su diseño y grosor del hilo usado.
Hoy les presentamos nuestro trabajo, para que en caso de que lo consideren meritorio establezcamos contacto de tipo comercial para beneficio mutuo.
Así, esta técnica aporta materia prima realizada ad hoc, pero con criterio artesanal neto, materia prima seleccionada y criterio estético refinado. Asimismo, permite la reproducción de piezas rescatadas en labor de investigación para no tener que depender de la cantidad de material a la hora de diseñar. Así la investigación abre puertas al rescate de piezas olvidadas que se creerían en extinción.
También realizamos con la misma calidad aunque con las limitaciones propias del material, encajes de ganchillo de diferentes tipos: español, Irlanda, italiano, etc.
Este diseño de encaje se realiza atravesando artísticamente una hebra doble que oficia de guía a través de un entramado de hilos de los que penden carretes torneados en madera, que simultáneamente ofician de pesos y que se llaman bolillos. Desde el año 2000 nos dedicamos a la realización de encajes por encargo, éstos varían en complejidad, anchuras y texturas en cuanto a su diseño y grosor del hilo usado.
Hoy les presentamos nuestro trabajo, para que en caso de que lo consideren meritorio establezcamos contacto de tipo comercial para beneficio mutuo.
Así, esta técnica aporta materia prima realizada ad hoc, pero con criterio artesanal neto, materia prima seleccionada y criterio estético refinado. Asimismo, permite la reproducción de piezas rescatadas en labor de investigación para no tener que depender de la cantidad de material a la hora de diseñar. Así la investigación abre puertas al rescate de piezas olvidadas que se creerían en extinción.
También realizamos con la misma calidad aunque con las limitaciones propias del material, encajes de ganchillo de diferentes tipos: español, Irlanda, italiano, etc.
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encaje tipo italiano